Aquellos que nos desempeñamos como maestros en los diferentes niveles de la educación, desde primaria hasta un postgrado, nos vemos en el deber de desarrollar muchas más habilidades para enfrentar los retos de un mundo cambiante y diverso. 

La labor del maestro en la actualidad debe ser de constante aprendizaje y adaptación ¿Por qué el aprendizaje? Cada día surgen nuevas tecnologías, las cuales se deben explorar, aprender y sacar lo mejor de ellas, con esto el maestro va incrementando sus conocimientos, podrá responder y guiar de manera más efectiva a los alumnos en una clase donde la necesidad de conocimiento y curiosidad es alta. Por otro lado, el estudiante de ahora investiga lo que el maestro le dice en clase y luego lo comprueba, lo que le permite ganar esa credibilidad y respeto ante ellos. Esto es muy importante.

No es fácil para el maestro sacar tiempo del día a día y ponerse a investigar un tema o varios a la vez, para esto es importante el organizarse y ser disciplinado para administrar esta variable. Es fundamental que se dedique hasta tres horas por semana al adquirir nuevos conocimientos, para enriquecer su labor como maestro.

El maestro debe saber cómo adaptarse a las nuevas formas de ver la vida y su contexto global, también debe ser fundamental impartir los principios básicos de respeto a Dios en todo momento, para que exista un balance entre vida profesional y espiritual del alumno actual y futuro graduado de nuestra patria.

El saber guiar a los futuros: técnicos, ingenieros, doctores, abogados, economistas, no es tarea sencilla implica que nosotros los maestros también salgamos de la zona de confort o status quo, para mantenernos en constante aprendizaje y adaptación.