Tormentas políticas y caos social en Latinoamerica.

- Una visión desde la persona -

No soy un erudito en estos temas pero como católico me siento en la obligación de opinar. La crisis política en nuestra Patria Grande Latinoamérica no cede. En algunos países la explosión social está en ebullición y en otros se mantiene en tensa calma. Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y en esta semana Colombia han vivido o vivirán climas conflictivos. Brasil y Argentina tampoco se quedan atrás.

Las redes sociales son escenario también de esta atmósfera violenta de hace más o menos dos meses. Y pareciera que el mundo estuviera dividido absurdamente en posiciones - a mi modo de ver trasnochadas - de derecha o de izquierda. Hace unos días el mundo celebró el trigésimo aniversario de la Caída del Muro de Berlín, último símbolo del comunismo soviético que dividía el mundo en dos hegemonías: la socialista y la capitalista.

Lo que sucede en Chile me parece que es uno de los casos más emblemáticos. Supuestamente Chile se mostró ante el mundo como uno de los milagros económicos más envidiados del planeta. Sus gobiernos durante décadas, de izquierda o derecha, mantuvieron un sistema neo liberal impulsado por los famosos Chicago Boys desde la época de Pinochet. Se redujo la pobreza pero no la desigualdad ni las injusticias.  Me da la impresión que así como cayó el socialismo desde la URSS ahora podría estarse generando un movimiento que busca la disolución, por lo menos en Latinoamérica, del modelo neoliberal económico que tiene como estandarte a Chile. Desde mi punto de vista y escuchando las propuestas que se plantean, me parece que las soluciones cuando vienen desde una visión reductiva de la persona, van a ser sólo mero maquillaje. Se exigen muchos derechos pero da miedo que se diluyan los deberes y responsabilidades.

El Evangelio del Señor Jesús contiene unas enseñanzas con implicancias sociales reales. Esto se encuentra plasmado en una Doctrina Social (DSI)que no es una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo, entre la derecha y la izquierda, sino más bien, contiene principios fundamentales sobre las cuales un cristiano debe orientar su conducta y actuar en la vida social y política. Los principios sobre los que se basa el edificio de la DSI son la dignidad de la persona, el bien común, la solidaridad, la subsidiaridad donde el centro es la persona y su promoción integral.

Esto quiere decir que cualquier ideología o institución tiene el deber no sólo de proteger a la persona sino a su vez promover  y a su  vez permitir que cada uno pueda desarrollarse desde su libertad y responsabilidad individual al máximo de sus capacidades y posibilidades. El socialismo comunista ha demostrado anular la libertad y la iniciativa individual haciendo del Estado un pulpo asistencialista y todopoderoso. El capitalismo neoliberal ha demostrado que el mercado no se regula sólo y que por lo tanto se necesita la presencia de un Estado que defienda y promueva a los más necesitados para generar justicia y equilibrio social. La DSI busca impulsar la creación de condiciones de vida dignas que le permitan a todos desarrollarse plenamente. En ese sentido la promoción de la persona como también de comunidades y sociedades intermedias fuertes y confiables son necesarias para naciones sólidas y democráticas.

A mi modo de ver el discurso político y la narrativa de los medios de comunicación se encuentran polarizados y están generando un desequilibrio social que no augura soluciones serias y auténticas. Percibo una ausencia de liderazgo católico tanto de la Jerarquía como del laicado. Creo que es una buena oportunidad para que profundicemos en la DSI y vivamos su aplicación para ir construyendo sociedades más justas, reconciliadas y promotoras de un auténtico desarrollo integral de las personas.

Imagen de Odoo y bloque de texto

Psic. José Alfredo Cabrera Guerra

Main Coach en Humane Escuela de Negocios.

Comisionado del Comité de Formación de Humane Escuela de Negocios.