Saber escuchar para mejorar las relaciones

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Se cerraron las olimpiadas, y los ecuatorianos estamos orgullosos de los éxitos conseguidos por nuestros representantes. Y, al escucharlos, hemos sentido la necesidad de brindarles un mayor apoyo por el esfuerzo que han realizado. Pero ¿qué hubiera pasado si no hubieran triunfado? ¿Los estaríamos escuchando de la misma forma?


En una buena comunicación, la escucha es un paso imprescindible -y crucial- en todo tipo de relaciones interpersonales. En la amistad, en las relaciones de pareja, en el trabajo y hasta en el diseño de proyectos y servicios, escuchar asegura en gran porcentaje que la respuesta sea coherente tanto en fondo como en forma. No se trata simplemente de oír, es más bien una actitud interior de interesarse genuinamente por lo que indica mi interlocutor, esto es, no sólo comprender sus expresiones sino también sus necesidades, intenciones, estados anímicos y emociones.


Saber escuchar también ayuda a tomar decisiones, especialmente las que permitan mejorar la experiencia del servicio. Por eso, las empresas más exitosas instauran modelos de escucha tanto para sus clientes como sus colaboradores, pues saben que una persona fidelizada promueve abiertamente su marca, y es capaz de consumir un 20% por encima del promedio.


La capacidad de escuchar habla muy bien de quien la posee, y si se sintoniza con la sencillez, estamos frente a alguien capaz de dialogar no sólo con muchas personas sino también con diversas realidades. En nuestros programas de liderazgo encontramos que los directivos con un índice de clima laboral superior a 80, o aquellos que tenían altos indicadores de servicio, obtenían los mejores puntajes en la prueba de habilidades de escucha.


Pero al final, la escucha es una actitud que nace desde la vida interior, se fortalece en la fe, se desarrolla en la caridad y se destina a buscar el bien, tal como se enuncia en Lucas 10, 39: “…María, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que Él le decía”. Por eso, escuchar es un momento precioso para ayudar al necesitado, para fortalecer al desvalido, para aprender del sabio, y para alimentar nuestro espíritu. Y así descubriremos que, a veces, los problemas más complejos se resuelven simplemente con un poco de silencio interior y una buena escucha.





Imagen de Odoo y bloque de texto

Ing. Alex von Buchwald

Profesor Titular Principal en Humane Instituto de Negocios.

Miembro del Comité de Cultura Organizacional en Humane Instituto de Negocios.

Consultor Empresarial de Humane Consulting Group.

Coach y Experto en Desarrollo del Talento Humano.

Columnista del segmento La Revista del Diario El Universo.