Resiliencia para gestionar la incertidumbre (II)

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En medio de los escenarios cambiantes de la política, la sociedad, la economía, el mercado ,etc, un profesional actual requiere vivir enfocado en lo esencial. No puede perder el foco en medio de las diversas “tormentas” o dinámicas que se sucedan a su alrededor.

Existe una idea difundida de pensar que a mayor presión y siendo multitasking vamos a rendir mejor y ser más productivos. Pero las investigaciones dicen lo contrario. Leí un artículo del Center for Creative Leadership que se llama “4 ways to increase your resiliency as a leader” que me pareció sugerente, sencillo y práctico. Nos plantea medios muy precisos para mejorar nuestra resiliencia especialmente en el trabajo. Paso a detallarlos con algunos aportes personales:

1. Replantea nuevas maneras para definir lo que nos está produciendo estrés o presión. Examina la situación desde otras perspectivas. Escucha a otros para esto.

2. Dormir y descansar bien. Esto nos permite procesar e integrar las experiencias que estamos viviendo. Si no estamos descansando no seremos ni creativos ni atentos a las oportunidades.

3. Encontrar alternativas al descanso. Saber tomar breaks, caminar, meditar, rezar o hacer una pequeña siesta puede cambiar el panorama. Cambias de atención y dejas atrás los pensamientos estresantes.

4. Mentalidad positiva basada en vivir emociones edificantes como el amor, la alegría, el aprecio, la esperanza, la serenidad y la diversión sana. De manera especial se resalta la necesidad de vivir una existencia agradecida. Hoy las relaciones basadas en el amor, el respeto por la dignidad del otro, la escucha y el servicio al otro acrecientan nuestra capacidad para enfrentar el trabajo y la vida.

Aprender a ser resiliente nos lleva a madurar, a crecer como personas y especialmente a generar relaciones donde podamos ayudar cuando los demás necesiten de nuestro servicio y solidaridad en el trabajo o la familia.