Casi todos los días antes de salir de mi casa al trabajo, abro Google Maps, para seleccionar la ruta que toma menos tiempo a Humane; luego, escojo entre escuchar música, noticias o aprender sobre un tema que haya buscado previamente información, entonces abro Speechify busco un texto, artículo o libro de interés y pongo play. Yo pensaba que tenía mayor retención visual, y no podía escuchar a alguien leer un texto; y ahora me pregunto, ¿En qué momento cambié mi nivel de comprensión auditiva?  También me pregunto, ¿Cuántos libros habría escuchado si hubiera descubierto mucho antes esta aplicación?

Debo reconocer que me fascina aprender el uso de nuevos programas, y probar varios para escoger el que tenga más funciones, pero ahora también busco el más sencillo de utilizar; considerando de que “la tecnología está al servicio del ser humano”, pero para esto hay que saber aprovecharlo alimentando de información ordenada, completa y útil.

Entonces, al llegar a la oficina, reviso el correo y calendario en Gmail, que es la herramienta que usamos en Humane; y a pesar de que tenemos Zoom, en ciertas ocasiones por agilidad genero reuniones virtuales por meeting desde Gmail. Pero no dejo la agenda física, hoy en día solo la uso para apuntar ideas y armar diagramas o mapas mentales, porque siento que los conceptos que van de mi cabeza en reuniones, se plasman mejor en el papel. Tengo la firme convicción de que nuestros escritos manuales tienen mucha información sobre nuestros estados de ánimo, agilidad y fuerza del corazón que tenemos en un momento dado.

De repente me llega una alerta al celular, la aplicación Moodle, el aula virtual de Humane, me advierte que hay algunos estudiantes que están en riesgo porque no han entregado una actividad, y agradezco la notificación, pensando que es mi asistente virtual; así que les envió un mensaje recordándoles que no olviden utilizar las bibliotecas virtuales Ebook o eLibro, y entregar a tiempo.

Más tarde, mientras diseño mi clase para el nuevo periodo académico que empieza en mayo, pienso que hay tantas aplicaciones para hacer más dinámico y entretenido el proceso de aprendizaje, puedo seleccionar entre: Mentimeter, Kahoot, Educaplay, Padlet y otros más, pero tengo que decidirme por alguno que sea más fácil para mis estudiantes. Tal vez les pida que todos escriban en un mismo documento con Google Drive, o simplemente juguemos “Chantón” o “Párame la mano” modificado por mí y en el chat de Zoom. Y recuerdo que descubrí hace más de un año que casi la mayoría de mis estudiantes no conocían este juego tan divertido, que escribíamos a mano en un papel con columnas hechas con líneas casi rectas para separar: nombre, apellido, país, ciudad, color, cosa, animal y más; y el que terminaba primero gritaba “Chantón”.

Así que ingreso en el ODOO, y busco el registro de control de cátedra del periodo anterior, para recordar que herramienta utilicé, pero recuerdo que ahora será presencial; y escojo Kahoot. Pero, me da curiosidad sobre las reacciones de gestos y emociones que tendrán mis estudiantes por la actividad, y es que ya falta poco para reencontrarnos y vernos a los ojos ¡Eso solo ocurre en la presencialidad!

Me imagino los saludos confundidos, algunos de lejos, otros con los puños o las palmas con alcohol, las caras irreconocibles por las mascarillas, que, además no los hemos visto a quienes pocas veces encendían la cámara en las clases virtuales. Ya se acerca el día en que los ojos de los Humaners estarán viendo a todos lados y ya no solo a una pantalla, ya el corazón me está latiendo fuerte de emoción, por volvernos a ver.

¡Los esperamos!