"Houston, hemos tenido un problema"

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Este mensaje del 13 de abril de 1970 iniciaba una serie de eventos que terminaron cancelando la conquista lunar de la misión Apolo XIII. 52 años después, la frase sigue usándose, coloquialmente, para notificar el surgimiento de un imprevisto que puede cambiar seriamente los planes.

Los problemas son parte constituyente de la vida. El primer llanto del bebé sucede al usar sus pulmones para resolver el problema de la necesidad de oxígeno. Y desde ese momento, estos -los problemas- serán una constante compañía con la que vamos a convivir y que necesitaremos saber abordar, para lo cual sugiero un sencillo protocolo:

  • Primero, hay que identificarlos correctamente, pues existen problemas y hechos. Hecho es un acontecimiento que no se puede solucionar o cambiar, sino que se gestiona alterando otras variables para limitar su impacto, por ejemplo, lo que ocurrió con la pandemia o el terremoto. En cambio, un problema tiene solución, y muy probablemente más de una.
  • Segundo, tenemos que buscar las soluciones al problema. Aquí será necesario identificar, junto con nuestro equipo, las claves que puedan ayudar a comprender mejor la solución. Las preguntas básicas en este paso serían: ¿a quiénes impacta nuestra solución? ¿Qué debo cambiar para ejecutarla? ¿Cuál es el costo, tanto económico como emocional, de dicha solución?
  • Tercero, debemos ejecutar la solución seleccionada. En la misión Apolo XIII la solución implicó cambiar el objetivo inicial, que era llegar a la Luna, a poder retornarlos vivos a la Tierra. Y metódicamente se fueron ejecutando cada uno de los pasos que permitieron convertirla en un éxito.

Por otro lado, debemos entender que un problema puede ser también una gran oportunidad. En la metodología Design Thinking, el diseño de la solución innovadora arranca definiendo un problema. Asimismo, Ash Maurya, creador del Lean Canvas fomenta el principio “ama el problema, no la solución” para ampliar la mirada a nuevas oportunidades. un problema resuelto nos lleva a dos tipos de experiencias: de conquista, si el resultado fue un éxito, o de enseñanza, si el resultado no fue el esperado.

Finalmente, también es importante considerar que los problemas, aún los más inmensos, con la actitud correcta pueden ser momentos de forja y crecimiento personal, tal como nos lo enseña san Ignacio de Loyola «Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que en realidad todo depende de Dios». 


Imagen de Odoo y bloque de texto

Ing. Alex von Buchwald

Profesor Titular Principal en Humane Instituto de Negocios.

Miembro del Comité de Cultura Organizacional en Humane Instituto de Negocios.

Consultor Empresarial de Humane Consulting Group.

Coach y Experto en Desarrollo del Talento Humano.

Columnista del segmento La Revista del Diario El Universo.